¿CÓMO LAVAR LAS LECHUGAS?

Lava las hojas que vayas a consumir con agua abundante o, si lo prefieres, déjalas sumergidas unos minutos en un bol con agua y unas gotas de desinfectante alimentario. Recuerda: ¡No la laves hasta justo antes de consumirlas y escúrrelas bien antes de servirlas o aderezarlas!

¿CÓMO ESCOGER UNA LECHUGA?

En general el aspecto de una lechuga debe ser firme, fresco y tener las hojas tiernas. Cuando vayas a la tienda, escoge aquellas que tengan sus hojas verdes y enteras, sin manchas o agujeros y con un color uniforme. Pero ten en cuenta que también dependerá de la variedad de lechuga que desees comprar, por ejemplo: la romana debe tener hojas tiernas pero firmes; en cambio, la escarola y la hoja de roble, tienen hojas más blandas, aunque sin estar marchitas.

Recuerda que las hojas del centro son más amarillas y tiene un sabor más intenso, que las hojas exteriores, las cuales son más suaves y frescas.

¿CÓMO CONSERVAR MEJOR LA LECHUGA?

 

La lechuga es un vegetal que como casi todas las verduras de hoja tiene una vida reducida a partir de que es recolectada en campo. Cómpralas periódicamente para tener siempre un producto fresco en casa. No tardes demasiado en consumirlas y consérvalas sin lavarlas dentro del cajón de las verduras en el frigorífico, nunca en el congelador. Consejo: Mantenla envuelta en una bolsa plástica, de esta forma evitarás que esté en contacto directo con otras hortalizas que pueden desprender etileno, una hormona que reduce la vida útil de las hortalizas de hoja y acelera el amarilleamiento de sus hojas verdes.

¿CÓMO PREPARAR Y COCINAR LA LECHUGA?

La lechuga se consume en todo el mundo principalmente cruda, como ingrediente fundamental de las ensaladas, ya sea combinando distintas variedades que aportan sabores, colores y texturas diferentes, o bien añadiéndole otros alimentos. Cualquiera puede inventar su propia ensalada partiendo de una lechuga: es fácil, divertido, aporta color a cualquier mesa y es, sobre todo, muy refrescante. Pero no tienes que obligar a la lechuga a ser protagonista en exclusiva de las ensaladas. Hay otras muchas maneras de cocinarla y consumirla: también puede prepararse como guarnición, como parte de rellenos de bocatas y sándwiches, para hacer batidos y jugos verdes o una crema vegetal. Combínala con infinidad de frutas y verduras. Los resultados serán espectacularmente sabrosos y saludables.