En general el aspecto de una lechuga debe ser firme, fresco y tener las hojas tiernas. Cuando vayas a la tienda, escoge aquellas que tengan sus hojas verdes y enteras, sin manchas o agujeros y con un color uniforme. Pero ten en cuenta que también dependerá de la variedad de lechuga que desees comprar, por ejemplo: la romana debe tener hojas tiernas pero firmes; en cambio, la escarola y la hoja de roble, tienen hojas más blandas, aunque sin estar marchitas.
Recuerda que las hojas del centro son más amarillas y tiene un sabor más intenso, que las hojas exteriores, las cuales son más suaves y frescas.